SE CUMPLEN 161 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL ILUSTRE CANDELARIENSE Y MÉDICO DE LA ARMADA D. PEDRO ESPINA Y CAPÓ.
A las nueve de la mañana del lejano día 4 de abril de mil ochocientos cuarenta y siete en la calle de la Corredera alta, hoy calle del Dr. Espina, nació un niño llamado Pedro, hijo de D. Pedro Espina (médico titular de la Localidad) y de Dª Manuela Capó. A los pocos años se desplazaron a Madrid, y desde sus primeras letras en el Colegio de San José pasó después al Instituto de San Isidro, y desde allí a la Facultad de Medicina, terminado su carreta en el año 1869.
En la facultad fue uno de los alumnos de más relieve. Siendo interno de los hospitales provinciales, asistió ya con su valor nunca desmentido, a la epidemia del cólera de 1865. Al terminar la carrera, hizo oposición a la plaza de médico de la beneficiencia provincial, y al propio tiempo a Sanidad de la Armada donde ingresó en el año 1870 con el nombramiento de 2º Médico, siendo mandado a Cuba en enero de 1872 para atener a los heridos. Permaneció allí durante la primera guerra separatista regresando a España, por enfermedad, cinco años después. En 1880 volvió, y estuvo presente en los encuentros de Vega Grande y Angostura de Palenquito, obteniendo el grado de médico mayor del Ejército y destinado en el hospital militar de la Habana.
Posteriormente marcha a Filipinas permaneciendo en Cañacao hasta 1897. Embarcó en las fragatas “Numancia” “Almansa” y “Navas de Tolosa” donde realizó diversas amputaciones, así mismo embarcó en los vapores “Neptuno” “Vasco Nuñez de Balboa” “San Francisco de Borja” “Manzanilo” y en el cañonero “Borjeador” donde fue gravemente herido, y finalmente en el crucero “Aragón”. En esta última fecha regresa definitivamente a España, permaneciendo en la Corte hasta 1903 en que fue nombrado 2º Jefe del Hospital de San Carlos, falleciendo en el año 1905.
Por todos estos hechos fue recompensado por el Rey de Italia con la Cruz de San Mauricio y San Lázaro. Le fue concedida además la medalla conmemorativa de la venida de S.M. D. Amadero de Saboya; la medalla de la campaña de Cuba con distintivo rojo y tres pasadores; las cruces rojas Militar y Naval; la Cruz Blanca del Mérito Naval; la Cruz de María Cristina y la Medalla de Filipinas, habiendo sido nombrado benemérito de la Patria. Existe una medalla conmemorativa en su homenaje obra de Benlliure. En el Museo Naval de Madrid hay un cuadro del Dr. Espina, obra de Monleón.
Y ya en Candelario, el día 4 de febrero de 1916 se le rindió merecido homenaje con la colocación de una lápida conmemorativa en la fachada de la casa donde nació y vivió, y se le puso a la calle el nombre de calle del Doctor. Espina, como recuerdo de uno de los más preclaros hijos de Candelario. (Ver la efemérides relativa al día 4 de febrero de 2008 publicada en www.Candelario.biz)
Mi agradecimiento al Instituto de Historia y Cultura Naval de Madrid al haberme facilitado personalmente los datos referidos.
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